El liderazgo como dimensión esencial del futuro prefesional de la información, dentro y fuera del ciberespacio

Julio Cubillo
Director,
CLADES - CEPAL, N.U.

jcubillo@eclac.cl



Las ideas presentadas en este escrito son estrictamente expresadas a título personal y no representan puntos de vista oficiales de la CEPAL. Este documento no ha sido revisado por los Servicios Editoriales de la CEPAL.


 

Paradojas

Hoy vivimos muchas paradojas. Pero quizás una de las más dramáticas concierne a los profesionales de la información. Nunca antes, en este siglo al menos, esta profesión estuvo sujeta a tantas presiones del entorno por cambiar sus prácticas y comportamientos. Tal vez es un momento parecido con la invención del alfabeto, o la socialización del libro portátil de producción independiente vía la imprenta, eventos y procesos de siglos pasados. Al mismo tiempo, nunca antes, en nuestra opinión, han existido tantas nuevas oportunidades para reposicionar el trabajo de información, en campos de la acción humana, como son la investigación, la educación, el cuidado de la salud pública, etc. Esta función informativa, lejos de desaparecer, puede posicionarse e incluso establecerse mejor en los hoy llamados nuevos nichos de mercado.

Por otra parte, en América Latina y el Caribe, da la impresión que nunca antes, una profesión, a pesar de su gran interés en mantenerse actualizada, ha sido sorprendida con menos herramientas para hacer frente a las propuestas globales que cabalgan raudamente sobre una tecnología de información y comunicación en rápida evolución. Se aprecia más activismo que reflexión, hay poca investigación sobre nosotros mismos, seguimos dependiendo en gran medida de la imaginación y buena voluntad de nuestros colegas del primer mundo.

Sin duda todas las profesiones y oficios están siendo afectados por los cambios globales, pensemos tan sólo en la práctica moderna de la investigación médica y el ejercicio de la clínica médica. Pero las profesiones de la información y el conocimiento están en una situación especial. Entre estos profesionales incluyo a informáticos, comunicadores sociales, educadores, publicistas, editores, documentalistas, archivistas, y bibliotecólogos. Todos ellos están en el centro mismo del vórtice propulsor de los cambios, con el agravante, en este caso, de que se trata de profesiones donde se discute todavía su razón de ser, donde están borrosas las líneas demarcatorias entre ellas, donde todavía se estudia en la academia si existe o no una ciencia de la información, y donde existe conciencia de que la tradición y solidez de los fundamentos científicos y metodológicos son menores que los exhibidos en otras disciplinas.

En otras palabras, nunca antes hubo tantas oportunidades para estas profesiones, en términos de ocupar nichos de mercado nuevos que se producen en los cruces entre acción, gestión de conocimientos y tecnologías de información. El peligro es que estas oportunidades se pierdan por que estas profesiones como un todo, como conjuntos amplios de seres humanos, y no como un puñado de expertos de elite mejor formados e informados, no puedan estar a la altura de estos desafíos o reaccionen demasiado tarde.

 

Nuestro interés en el tema del liderazgo

Un alineamiento y un despertar de las profesiones de la información, se produce si existen capacidades individuales y grupales para manejar los cambios. Y para manejarlos no sólo reactivamente, siempre intentando neutralizar las propuestas de agentes externos, principalmente internacionales, sino que además hacerlo propositivamente, inventando nuevos futuros y seduciendo a otros actores para incorporarse a emprendimientos inspirados por las ideas nuestras como profesionales de la información.

Es en este contexto que entendemos el fenómeno de liderazgo, un fenómeno universal del manejo ético del poder para influenciar personas en pos de algún cambio deseado y compartido. Es probable que los liderazgos observables en la historia compartan algunos rasgos básicos de los líderes modernos. Sin embargo, el liderazgo es un producto social, que nace en medio de una cultura y una circunstancia. Y en ese sentido los liderazgos que buscamos y precisamos hoy, tal vez no sean los mismos que los de ayer o que los que se visualice en diez años más para conducir y catalizar los cambios.

En síntesis, el tema de liderazgo no es una dimensión humana, (lamentablemente harto manoseada como concepto), que se pueda poner a la altura de otras prácticas. Definitivamente el liderazgo, no es la última moda que viene después del marketing, la calidad total, el benchmarking o la reingeniería, o de las últimas novedades de la tecnología. Es un tema recurrente de la raza humana pues tiene que ver con la capacidad de hacer y construir un espacio que dé sentido y dirección a las personas para vivir en un mundo más solidario y habitable.

El liderazgo, y no la reingeniería, el marketing, o el dominio del último motor de búsqueda será lo que permitirá a toda una profesión, a todos y cada uno de nosotros posicionarnos frente a los cambios.

 

Nuestro método cladiano de estudio-investigación

Queremos advertir, a pesar de nuestros juicios, a ratos un tanto vehementes, que somos aprendices en el tema del liderazgo. Aquellos que han conocido el trabajo del CLADES, saben que nuestro estilo es el del aprendizaje continuo, siempre puesto en común con la región. Tal vez influenciados por un director californiano que en alguna vez tuvimos, el Dr. Warren Crowther, el CLADES ha sido siempre una organización abierta en permanente experimentación. Nuestras búsquedas son caminos acogedores de nuevos cuestionamientos y exploraciones. Tampoco somos adictos a la novedad por la novedad en sí misma. Estamos convencidos que si buscamos una excesiva estabilidad pereceremos. Pero tampoco podemos ser espigas en el viento. Tenemos líneas de reflexión estables, interligadas e interpenetradas con otras "escaramuzas" intelectuales, más dinámicas, que van dando vida y aportando nuevas perspectivas a aquello que buscamos conocer.

El presente trabajo está basado en varios productos parciales e intermedios que hemos llegado a elaborar hasta ahora con mis colegas cladianos.

 

Objetivos de estas notas

El primer objetivo de estas notas será explorar las necesidades urgentes de desarrollar el liderazgo en las profesiones de la información.

Cuando hablamos de desarrollo de las capacidades de liderazgo, estamos pensando en sistemas de liderazgo distribuidos democráticamente, compartidos y flexibles, donde interactúan en forma flexible diferentes líderes en diferentes momentos. Excluimos, por ser algo del pasado, la opción de contribuir a generar nuevas elites que reemplacen personas pero tiendan a mantener la cultura autocrática, que todavía, en mayor o menos grado, se advierte en nuestros países de la región, donde son escasos los líderes que se preocupan de formar a las generaciones de relevo.

Nos hacemos, además, eco en el pensamiento de Warren Bennis que plantea tres postulados fundamentales sobre el liderazgo.

  1. Todos nosotros estamos llamados a despertar nuestras capacidades de liderazgo dormidas, o a fortalecer las que tenemos o aquellas emergentes.
  2. El liderazgo es una habilidad social que puede ser aprendida.
  3. El mejorar nuestra acción como líderes en los respectivos espacios grandes o pequeños en que nos movemos dependerá de querer hacerlo y luchar por ello con consistencia y seriedad. Lo único que lo impediría es que tuviésemos algún impedimento físico o psicológico que nos impida el aprendizaje.

El segundo objetivo será buscar las características que los nuevos líderes de información deben poseer vis - vis el desarrollo del nuevo mundo que se abre en el dos mil, uno de cuyas facetas centrales será el CYBERESPACIO. Consideraremos ajustes y desarrollos de líderes tanto de mediano plazo como de largo plazo

Finalmente, como tercer objetivo, abriremos el tema de la formación de líderes, tema altamente complejo y debatible, pero no por ello menos importante. Si las grandes empresas multinacionales y los organismos de la defensa continúan invirtiendo en la investigación y en la capacitación sobre el liderazgo, es por que el tema es percibido allí como una clave para sobrevivir y ganar espacios en la globalización.

 

Una pincelada sobre los cambios globales

¿Qué pasa por ejemplo con los bancos?

Para ello citaremos un pensamiento de Fernando Flores uno de los gurús de la consultoría internacional de empresas, que nos habla del problema que hoy tienen los bancos. Él dice.. "¿Qué son los bancos hoy día? Estos solían ser un importante y bien definido negocio. Pero,.. una gran parte de la actividad de un banco va a ser ahora manejada por los computadores. ¿Son ellos compañías de software?. Ciertamente no. Hay otra parte del banco que solía consistir en mantener relaciones entre personas. Estas relaciones no van a ser manejadas por los computadores, pero se van a manejar a distancia. De allí que muchos bancos ese estén preguntando que vamos a llegar a ser, y qué vamos hacer. " Incluso hoy día se habla ya de la banca virtual"

¿Les suena esto familiar?. ¿Qué está pasando con las organizaciones de la información, ya sean autónomas -como empresas de brokers-, o dependan de otra organización mayor como bibliotecas, centros de información, unidades de relaciones públicas, centros de informática? ¿Qué deben llegar a ser y qué deben hacer para moverse hacia un nuevo diseño de su identidad?

 

Una mirada peculiar a la historia reciente y por venir

Para intentar algunas respuestas tentativas es de gran importancia ubicar a las organizaciones de la información en un contexto social histórico.

Existen muchas formas de parcelar la historia, sobre todo la del último siglo. Una de ellas que nos ha parecido útil es la que nos da el propio Fernando Flores, cuando nos habla de eras o períodos superpuestos, y distribuidos en forma diferente en los diferentes espacios geográficos.

Varios países vendrían saliendo de lo que él llama la "era de las necesidades", otros países o segmentos de los mismos vendrían transitando por una "era de la conveniencia" y otros se estarían asomando a la era futura que Flores denomina la "era de las preocupaciones centrales". Lo importante aquí no es tanto retener los rótulos de las eras sino más bien percibir de que ellas nos indican distintos contextos donde se puede examinar el liderazgo de las organizaciones de la información.

Cada época o período se caracteriza, según Flores, por formas dominantes de relaciones entre actores y por una tecnología de soporte adecuada a tales relaciones.

La era de las necesidades, ya en vías de superación en el Primer Mundo, y con rezagos importantes en América Latina y el Caribe se describe así:

  • Las personas se distinguen socialmente por sus deseos y necesidades
  • Las organizaciones proveedoras se definen por sus productos y servicios
  • Hay un mercado donde las transacciones intercambian dinero por cosas
  • Los mensajes entre personas y organizaciones consisten en datos sobre transacciones

La base tecnológica de esta era consiste en:

  • Computadores que registran e imprimen los registros de las transacciones
  • Bases de datos que recolectan información asociadas a las transacciones
  • Mensajería electrónica simple

En la era de la conveniencia, por el contrario, domina la idea de un mercado consensuado donde se transan productos de alto valor agregado. Allí :

  • Las personas esperan eficiencia y sensibilidad de los proveedores a los nuevos estilos de vida
  • Las proveedores de productos y servicios producen satisfacción a través de redes flexibles de compromisos
  • Lo que se transa en el mercado es el cumplimiento impecable de un compromiso.
  • Los mensajes son conversaciones y negociaciones con ofertas, y promesas.
  • La presencia de la ETICA está en el centro de estas transacciones

La base tecnológica más relevante está allí constituida por:

  • El INTERNET y otras redes de computadoras expanden la capacidad de establecer compromisos en el tiempo y el espacio
  • Los sistemas de coordinación del trabajo apoyan la gestión impecable de un compromiso.

Existe, a juicio de Flores, una tercera época emergente, la de las preocupaciones centrales, que ya no se focaliza en la satisfacción de necesidades de mayor o menor sofisticación y más o menos efímeras. Una preocupación se refiere a los intereses de largo plazo de la gente, de aquello que no cambia, o cambia lentamente a lo largo de los siglos: la educación, la salud, tener un trabajo, crear una familia, superar la ignorancia, etc..

Esta era se caracteriza, según Flores, por un espacio de actores sociales donde:

  • Las personas y organizaciones proveedoras construyen sus identidades en redes de alianzas y lealtades
  • Las personas y organizaciones proveedoras construyen identidades focalizadas sobre las preocupaciones que sí importan
  • Las personas y organizaciones emiten mensajes complejos que son narrativas e historias que las conectan a las tradiciones

Las tecnologías de información necesarias para este modelo serían, según Flores:

  • Tecnologías para construir redes y apoyar a personas y a organizaciones a proyectar su identidad
  • Tecnologías para contar historias y apoyar a las personas y las organizaciones a crear historias significativas.

Hasta aquí el mundo y la imaginación de Fernando Flores..

 

Una vision del liderazgo en informacón centrada en la construcción de la identidad

Si suponemos válidos estos escenarios en que se mueven o habrán de moverse los profesionales de la información, cabe preguntarse cómo en cada uno de ellos se podría ejercer un liderazgo significativo

La primera idea que nos plantea el esquema de Flores es que las exigencias de liderazgo son mayores y más complejas en la medida que nos movemos desde el escenario de las necesidades hacia el de las preocupaciones centrales.

Tal vez hoy muchos de nosotros como profesionales de la información estamos entrando en el espacio de la era de la conveniencia donde nos preocupa el valor agregado y lo impecable de los productos. Hay allí una toma de conciencia acerca de la importancia de temas como la calidad total y la reingeniería de procesos que buscan el logro de mayor eficiencia y efectividad. Nos ha empezado a preocupar la generación de productos de mayor calidad, entregados oportunamente en el lugar remoto requerido: se ven allí necesarias las nuevas alianzas con otros actores del circuito, conocimiento, educación, información, comunicación, acción.

Hace menos de un par de años nosotros escribimos un artículo sobre los nuevos liderazgos en el contexto de una forma emergente, nueva, de gestión de información y conocimientos. Supongo, que el artículo todavía aporta luces sobre el perfil de los nuevos líderes de la profesión de información. Sin embargo, mirándolo en

retrospectiva, no avanza lo suficiente en aspectos más profundos que atañen al liderazgo esperado. En ese entonces teníamos la imagen de líderes navegadores en el oleaje creado por terceros, más reactivos que proactivos, más oportunistas que creadores de alianzas estratégicas de largo plazo, en otras palabras líderes principalmente implicados en el "negocio de la supervivencia".

Hay allí ideas que, a mi juicio, siguen siendo válidas como la necesidad de que cada profesión de la información se ubique en un espacio más amplio donde reconozca lo que hemos llamado nuevos compañeros de ruta, y busque desarrollar nuevas articulaciones, lo que es opuesto a construir bunkers en pos de una a veces mal entendida defensa profesional.

Hoy, luego de reflexionar sobre las ideas de Flores hemos intentado avanzar un poco más en torno a una idea central que si bien no estaba ausente en nuestro escrito anterior aparecía sólo soslayada: la idea central de la construcción de la propia identidad, ya sea personal, o corporativa, como esencia última del liderazgo.

La detección objetiva de capacidades de liderazgo en un espacio social cualquiera, se obtienen observando el clima de colaboración existente en los "seguidores", su alineamiento en pos de objetivos compartidos, el grado de motivación, autocontrol y entrega que ejercen en pos de una performance sólida de equipo. Son las señales sutiles que nos indican la presencia de un líder.

Similarmente, podemos hacer un autodiagnóstico de la solidez de nuestra identidad que es el elemento atractor principal de seguidores, de aliados y de competidores. Necesitamos construir una identidad fuerte. Las profesionales de la información necesitan una identidad fuerte si desean participar en las "grandes ligas" de la gestión del conocimiento y de la acción.

Hay comportamientos que no contribuyen a dar solidez a nuestra identidad ya sea personal o corporativa como organización de información.

Uno de ellos es la dispersión, la falta de foco que nos hace sucumbir a la sobrecarga de estímulos e información. Todos están luchando por nuestra atención, muchos nos hacen ofertas que nos desvían del rumbo, o nos convencen de atender problemas que son no-problemas.

Tampoco es positiva la falta de dirección. Muchas personas hoy en día nos saben qué hacer a continuación. Muchas menos saben que van a hacer una vez que pasen a ejercer otras funciones o a la fase de retiro profesional. La dirección se logra inventando futuros, observando las prácticas marginales, (término de Flores que se refiere a experiencias aparentemente "desviadas" que pueden ser las semillas de cambios masivos futuros) optando por atender a alguna preocupación vital, que siempre es social.

Tampoco la hiperflexibilidad favorece la construcción de la identidad. No es bueno volvernos adictos a la novedad por sí misma y a la respuesta rápida y superficial. Difícilmente lograremos una identidad fuerte si nos olvidamos que la gente necesita observar una cierta dosis de estabilidad en nuestro comportamiento. No olvidemos que es todo momento nuestros pasos, actitudes y posturas están siendo observadas por terceros.

Estas carencias las podemos superar cambiando las formas como nos relacionamos con los demás. En palabras de Flores, podemos reinventar nuestras identidades a través de un reinvento de nuestras relaciones con los demás. Nuestras identidades son inventadas por lo que nosotros decimos y hacemos, pero también a través de aquello que los demás dicen de nosotros.

En el CIBERESPACIO, mundo paralelo a nuestras realidades cotidianas, se abren enormes perspectivas para inventar nuestras identidades. Según Flores "el ciberespacio llegará a ser el principal medio para inventar nuestras identidad públicas", como personas, como profesionales de la información y como grupos de profesionales de la información". En otras palabras, el ciberespacio es bastante más que una fuente de información y una vitrina para vender nuestros productos y servicios de información.

 

Los profesionales de la información con capacidades de liderazgo en el espacio real cotidiano y en el ciberespacio

 

¿Qué estamos haciendo en este campo, nosotros como personas, nuestras organizaciones, o los centros de formación con relación al liderazgo de los futuros profesionales de la información?.

Yo pienso, que algo, al menos. Existen búsquedas para dotar a los profesionales de capacidades que son útiles al liderazgo. Enseñamos marketing corporativo, negociación, habilidades de persuasión, mejoras en la calidad de nuestra comunicación oral o escrita, creatividad, expresión gráfica, monitoreo de entorno. También estamos alertas de las nuevas tecnologías, a fin de estar al día. Todo ello es muy positivo.

Pero todo ello no será demasiado útil, no hará la diferencia en las capacidades de liderazgo, si no existe una fibra central o eje articulador en cada profesional de información, o en cada organización de información: una fuerte identidad personal; una fuerte identidad corporativa de su organización de información.

Este aspecto individual distintivo de la persona o de la organización de información paradojalmente se construye, como se dijo anteriormente, a través de nuestras relaciones con los demás personas y organizaciones. Es por eso, pensamos, que Flores habla de que las nuevas eras requerirán profesionales de la interacción mas que profesionales del conocimiento.

En ausencia de esa identidad personal o corporativa, estaremos más dispersos, inseguros, y desconcertados, aunque con más conocimientos desarticulados en nuestras espaldas. Seremos una especie de guardarropa donde seguiremos colgando en percheros más y más prendas que se van acumulando. Nos habremos convencido que el tema del desarrollo profesional consiste en un carrera sin fin por adquirir nuevas técnicas y conceptos.

En este punto deseo ser enfático. Valoro inapreciablemente la actualización profesional. Nosotros mismos en el CLADES, estamos en el "negocio" de los seminarios de gestión de la información. Pero ello no será suficiente si no hay focalización, si no logramos seducir a nuestros "clientes" para que elijan en forma selectiva aquello importante para alguna preocupación central, para aquel segmento tomado del mercado de los conocimientos y la información que sí hace la diferencia.

 

¿Respostas curriculares ?

El problema de transformación curricular se da en todas las profesiones, pero también adquiere rasgos más críticos en las profesiones de la información por encontrarse en medio del vórtice de los cambios.

El tema es demasiado amplio para ser cubierto con mínima profundidad en este espacio. Sólo intentaremos compartir dos temas:

  • El desarrollo del liderazgo entre los profesionales en ejercicio
  • La formación académica de los nuevos profesionales dotados de capacidades mejoradas de liderazgo.

Sobre el primer tema, deseamos plantear la conveniencia de abrir espacios para que todo profesional en ejercicio, independientemente de su edad, cargo, sexo, raza, etc. tenga acceso, sin exclusión o discriminación alguna, a instancias de perfeccionamiento y aprendizaje. Ellas deberían combinar técnicas útiles para liderar, conocimiento del fenómeno del liderazgo, pero sobre todo mecanismos para pulir y fortalecer nuestra identidad.

Aquí, deseo hacer solamente una reflexión, basada en un hecho real, personal. Yo, con mis 53 años tengo menos tiempo para aprender a cambiar mis conductas frente a lo que digo y hago para influenciar lo que los demás digan de mí. Tengo menos tiempo para construir mi identidad que el que tiene una muchacha de 20 años que recién egresa de la universidad. En otras palabras, es necesario crear o recrear un espacio diferente para lo que hemos llamado profesionales jóvenes, muchachas y muchachos egresando de carreras de información o iniciando los primeros años de su vida profesional. Allí el trabajo puede ser más en profundidad y por lo tanto más fecundo. En otras palabras, habría un espacio común para todos nosotros los profesionales más experimentados destinado a mejorar nuestras capacidades de liderazgo, y espacios especiales complementarios para las generaciones jóvenes. En este tema el CLADES ha sostenido experiencias muy prometedoras de fortalecimiento de capacidades de liderazgo con profesionales jóvenes, en La Habana y Santiago de Chile.

En cuanto a la posición que deben tener los temas del liderazgo en la formación académica de los profesionales de la información podemos pensar en tres áreas:

  • Asignaturas para conocer en fenómeno de liderazgo como objeto de estudio
  • Asignaturas o talleres destinados a desarrollar los atributos de un líder (observación, capacidad de escuchar- que es distinto a oír, búsqueda de prácticas marginales que son gérmenes de futuro, creatividad, negociación, inteligencia social, etc.)
  • Prácticas y actitudes que permeen todos los estudios y trabajos de la carrera profesional donde se estimule la búsqueda de un fortalecimiento de la identidad, principalmente fomentando nuevas relaciones con los demás.
  • Profundización y selección de preocupaciones de fondo, desarrollo de discursos y narrativas que nos perfilen con ética y autenticidad en las preocupaciones centrales, profundas y permanentes, y siempre al servicio de los demás.

La parte más fácil de esta estrategia es conseguir buenos profesores para las asignaturas de liderazgo o de las técnicas que son de utilidad para el ejercicio del liderazgo. Más difícil parece ser lograr un cambio profundo en la cultura de la organización de enseñanza.

¿Cómo puede un alumno adquirir una identidad más fuerte si sus profesores no la tienen, si la autoridad del establecimiento, no es líder y sólo es un administrador?

 

Epílogo

Hay grandes desafíos, que son tan serios como para actuar YA!

Me imagino un futuro en el que la profesión o conjunto de profesiones que se encarguen de la gestión de la comunicación, la información y el conocimiento sean capaces no sólo de reaccionar frente a los futuros inventados por otros líderes personales, o por organizaciones líderes como la MICROSOFT, También estos profesionales deberían poder inventar sus propias vidas y el propio futuro de terceras

personas, ya se trate de sus compañeros de trabajo, de sus alumnos, de sus hijos.

Somos seres humanos, y por lo tanto capaces de tener proyectos e inventar y reinventar nuestras propias vidas. No existe ningún obstáculo genético o impedimento legal o moral, que yo conozca, que impida a los profesionales de la información hacerlo.

Debemos buscar un profesional de información que distingue claramente la relación entre lo cotidiano y el CYBERESPACIO, profesionales que no sólo sean fuertes porque su "pensum" sea más sólido, y por que sus pericias sean más variadas, sino que además por sus condiciones de ingresar a la arena laboral con identidades más fuertes y atractivas. No pensemos, cuando hablamos de atractivo, exclusivamente en que sean más bellos, simpáticos, y sociables, sino más bien buscamos indicios y señales de la presencia de un sentido de dirección y focalización. Es esta capacidad la que hará proyectar un camino serio y comprometido en pos de un propósito que amerita ser seguido. Esta dirección y focalización, producto de un trabajo interno nada fácil, ayudará al líder del futuro a discriminar entre actores que "valgan la pena" y entre problemas reales o ficticios, y los hará avanzar en atender las preocupaciones humanas más importantes.

Tal vez la liberación de todos los hombres vía el combate de la ignorancia con pleno respeto a sus culturas sea una de las tareas prioritarias de esta profesión emergente de la información.

 


 

Bibliografia

 

ALBA, Luis; GAZITUA, José Miguel, CUBILLO, Julio.  Tres enfoques sobre el nuevo gestor de la información, Serie de Información No 8, CEPAL, CLADES, Santiago de Chile, 1997

FLORES, Fernando.  The impact of information technology on business

Conference of the Association for Computing Machimery.  San José, California, march 4, 1997

BENNIS, Warren.  A invenção de uma vida. Reflexoes sobre liderança e mudanças.  ABDR, Editora Campos, Rio de Janeiro, 1996.


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